Soy arquitecta licenciada en 2002, master en arquitectura y cooperación internacional en 2011, con un doctorado en arquitectura y urbanismo en 2018. Llevo casi 20 años dedicada a la arquitectura, en particular a la docencia y la investigación en Universidades tanto nacionales como Internacionales, los mismos años que hace que el yoga llegó a mi vida.
Hace 18 años tuve la intuición de que el yoga me gustaría y decidí probarlo, y no me equivoqué (como todo lo que hacemos si seguimos nuestra intuición), tuve la gran fortuna de empezar a practicar clases de Ashtanga Yoga, senté las bases de una práctica enérgica, potente, flexible y divertida.
Después de más de 5 años de práctica ininterrumpida llegó la maternidad, y poco a poco mi práctica era intermitente o inexistente. Y así se mantuvo hasta el 2017, cuando poco después de nacer mi tercera hija decidí volver a retomar la práctica. En 2020 realicé la formación de profesores de Hatha-Vinyasa Yoga (YTT200h), seguida de una formación en Ayurveda (40h).
Ambas formaciones me han proporcionado herramientas para transmitir de una manera distinta, ya sea impartiendo una clase de yoga o de arquitectura. Pero sobre todo son herramientas que me han servido y me siguen sirviendo de espejo de mí misma. El yoga es mi camino hacia el autoconocimiento, el equilibrio y la presencia, y me encanta compartirlo.